Dormir mal está haciendo que aumentes de peso | Blog del Sueño
El costo global que implica la obesidad se estima que es mayor a los 2 trillones de dólares. El sueño y la ingesta de alimentos están íntimamente ligados, hoy en día, se sabe que el que duerme menos, come más. Sin embargo, nuestras autoridades han dirigido su mirada hacia la problemática de la obesidad. Se están llevando acabo prohibiciones de venta de comida “chatarra” en poblaciones de México, nuestro país, pero ninguna campaña ha tomado en cuenta el rol tan crítico que juega un sueño sano en el mantenimiento de un peso saludable.
Existen varias razones por las cuales el sueño deficiente en cuanto a calidad o cantidad nos lleva a la ganancia de peso, hoy hablaremos de tres: la grelina, la leptina y los endocanabinoides. La grelina y la leptina son dos hormonas encargadas del apetito. Mientras que la grelina nos da una sensación intensa de hambre, la leptina se secreta cuando hay saciedad.
Gracias a experimentos liderados por la investigadora Eve Van Cauter, conocemos la íntima relación entre el sueño y la ingesta de alimento. Su equipo de investigación estudió la alimentación de sujetos sanos durmiendo 8 horas al día y luego durmiendo 4 horas al día. Al compararlos con ellos mismos, encontró que cuando dormían 4 horas al día, ingerían en promedio 300 calorías más cada día, más de 1000 calorías extras cada semana. Además se sabe que no se necesita tánta deprivación de sueño, el mismo efecto puede ocurrir cuando se duerme 5 a 6 horas al día.
Encontraron que la cantidad inadecuada de sueño provoca un exceso de ingesta por ambos lados, nos da más hambre porque aumentan las concentraciones de grelina (hormona del hambre) y no dejamos de comer, como dicen "sin fondo", porque disminuyen las concentraciones de leptina (hormona de saciedad).
Por otro lado, también se ha demostrado que la pérdida de sueño incrementa el nivel de endocanabinoides. Sí, las mismas moléculas que se liberan y activan con el uso de cannabis o marijuana. Entre otras cosas, los endocanabinoides causan un aumento desmedido del apetito y una disminución de nuestro juicio para tomar las mejores decisiones. Encontraron que los participantes que dormían menos tenían una mayor tendencia a preferir alimentos altos en índice glicémico, como galletas, chocolates, papas fritas, etc.
La falta de sueño ataca a nuestro sistema de mantenimiento de peso por muchos mecanismos, entre ellos causando hambre excesiva e inhibición de la saciedad. Con el paso del tiempo, 1000 calorías extra a la semana se pueden convertir en varios kilos al año, contribuyendo a un estado de obesidad segura.
La guerra contra la obesidad radica en cambiar rasgos nocivos que se encuentran enraizados en nuestra cultura y que son parte de nuestros hábitos. No se trata de prohibir alimentos, sino de educar a la población y darles las herramientas necesarias para que ellos mismos tomen las decisiones más inteligentes. Recuerda que tener un sueño de buena calidad es crucial para mantener tu peso, los adultos debemos dormir entre 7 y 9 horas al día, cuida tu sueño y el de tu familia.
Dra. Lucía Guerrero
Referencias
Van Cauter, E., Spiegel, K., Tasali, E., & Leproult, R. (2008). Metabolic consequences of sleep and sleep loss. Sleep medicine, 9 Suppl 1(0 1), S23–S28. https://doi.org/10.1016/S1389-9457(08)70013-3
Scheer F. A. (2016). Hungry for Sleep: A Role for Endocannabinoids?. Sleep, 39(3), 495–496. https://doi.org/10.5665/sleep.5510